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Bogotá ha sido destruida para el movimiento de los habitantes

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Por: Carlos Jimenez Amaya.

Bogotá, hasta el día de hoy, ha pasado por bastantes cambios y es que no solo ha cambiado la ciudad, sino que, paralelamente, se ha movido con los habitantes. Tanto los habitantes como Bogotá han cambiado. La ciudad es un reflejo claro de quién vive en ella; la degradación de la sociedad se ha visto claramente y se ha situado históricamente en puntos clave de la ciudad. La migración, tanto de más habitantes como de más ideologías en cuanto a la manera de vivir, es lo que hasta hoy ha formado la actual Bogotá, aquella ciudad que está en constante cambio.

 Nicolás Gardel, de 31 años, es arquitecto egresado de la Universidad Católica de Colombia y actualmente está cursando una maestría sobre la conservación y restauración del patrimonio arquitectónico en la Universidad Politécnica de Madrid.

En sus tiempos libres maneja una cuenta de Instagram @arquitecturadebogota dedicada a la historia y patrimonio de Bogotá, describe a fondo cómo el urbanismo, la migración y demás fenómenos han repercutido en la ciudad.

¿Fue complicado el cambio de Bogotá de una ciudad colonial a pasar a ser una ciudad funcional, eliminar antiguas alamedas y promover mayores vías para la circulación de vehículos?

El choque desde un inicio fue estrepitoso. Santa Fe que fue su nombre cuando se fundó la ciudad, para pasar a ser Bogotá como capital; el objetivo desde un inicio fue educar a una sociedad y estructurar una ciudad que cada vez más se expande, tanto poblacional como territorialmente. El golpe ha sido en el manejo del espacio público, como la creación de avenidas que aceleren el flujo de la ciudad.

En cuanto a la estructuración de la ciudad, se pensó en el tema de la organización administrativa por localidades. A inicios de 1900, algunos municipios vecinos de Bogotá como Suba, Engativá o Usme fueron anexados completamente a la ciudad. Bogotá crecía gradualmente hasta el punto de tener 9’000.000 de habitantes y, por lo tanto, se creaba la necesidad de obtener muchos más terrenos para urbanizar. El hecho de anexar estos municipios no fue de consulta popular, fueron decisiones totalmente políticas de mover a los habitantes de esos municipios a convivir en un ambiente totalmente de ciudad.

En el primer parque que se tiene registro, a finales de 1800, el Parque del Centenario desapareció cuando trazaron la calle 26. El parque cruzaba la Carrera Séptima y llegaba hasta la Caracas. Este fue uno de los primeros avistamientos de que se priorizara la construcción de avenidas para la movilización de la población antes que preservar algunos lugares importantes en la historia de Bogotá.

Otro antecedente de esta manera de proceder de la administración fue cuando demolieron la iglesia del barrio Santa Inés para levantar toda la Carrera Décima. Impresiona que un país mayoritariamente católico haya pasado por encima de una iglesia para mejorar la movilidad.

Hasta en la actualidad sigue sopesando más la idea del desarrollo, de seguir reconfigurando la ciudad como, por ejemplo, la construcción gradual de más estaciones y carriles exclusivos de Transmilenio o del futuro metro, donde no tienen en cuenta ni el medio ambiente ni si esto es algo que mejore a la ciudad; en conclusión, es que la historia de la ciudad ha sido destruida para prevalecer el movimiento de los habitantes en la ciudad. Dicho movimiento, en sí, termina desencadenando más la decadencia de la ciudad.

"LA HISTORIA DE LA CIUDAD HA SIDO DESTRUIDA PARA PREVALECER EL MOVIMIENTO DE LOS HABITANTES EN LA CIUDAD"

Dice usted en su cuenta de Instagram que la arquitectura jamás es apolítica ¿A qué se refiere?

Parte de cómo se debe analizar el entorno y de lo que debe ser pertinente es no separar las cosas, sino siempre reforzar la idea de que lo uno va ligado a lo otro. En el caso de planear una ciudad, del ejecutar ciertas obras e inclusive el destruir ciertos hitos o puntos diferentes de la ciudad, todo va ligado con unas decisiones que vienen desde la parte política. Entonces, cada una de estas decisiones que toman como tal desde la administración, bien sea distrital, local o nacional, repercuten directamente en temas netamente urbanos.

¿Qué aspectos han pasado en la historia para que las personas más alejadas de la capital, como los campesinos, hayan migrado de su lugar de origen hasta Bogotá?

Todos han sido netamente por situaciones ligadas a la desigualdad. Hay que tener en cuenta que Colombia ha sido este territorio donde se ha vivido muchos tipos de conflictos y violencia, donde siempre se ha perjudicado a toda la gente que ha vivido en la ruralidad en condiciones de pobreza. Esto ha hecho que esta gente emigre contra su voluntad a un centro urbano como Bogotá en busca de oportunidades.

¿Bogotá cómo ha recibido a esas personas que migran? ¿Qué tipo de ayuda obtienen?

Las ayudas para estos migrantes que llegan de las demás regiones de Colombia no siempre han sido las más pertinentes. Es por eso que, al día de hoy, se ven esos desarrollos en las zonas perimetrales de Bogotá donde no hay una planeación y por ende no exista la satisfacción de esas necesidades básicas que por derecho deberían tener como ciudadanos colombianos.

En definitiva, la ayuda ha sido más bien escasa.

¿De qué manera la localidad de Los Mártires, con el paso del tiempo, pasó de ser un punto vital a ser el punto donde se concentraron todos los aspectos negativos de la ciudad?

En toda esta margen, sobre todo entre la avenida Caracas y la carrera 30, hay varios barrios: El Santa Fe, La Favorita, La Pepita. Lo que sucede es que al principio allí se concentraban ciertas actividades económicas que implicaban que, a futuro, estas zonas empezaran a depreciarse. Por ejemplo, el Santa Fe siempre ha estado próximo a la estación del tren de la Sabana. Por lo tanto, como era un punto de constante flujo de gente, de migrantes y viajeros, hizo que a su alrededor se fueran estableciendo trabajadoras sexuales que por falta de oportunidades desarrollaban ese oficio, algo que hoy se sigue viendo.

También hubo una plaza de mercado cerca de la Plaza de la Mariposa. Cuando hacen la carrera décima en los cincuenta, esta plaza de mercado desaparece, haciendo que esta actividad económica se traslade a Plaza España que incluso sirvió como terminal de buses. Posteriormente, con la construcción de la Plaza de Paloquemao y el Terminal de Transporte de Salitre, hace que este tipo de actividades se desplacen, ya que se notaba un gran detrimento urbano en la zona.

 Esto demuestra que el centro de Bogotá funcionó como eje de llegada de viajeros y centro de la economía capitalina, sin embargo, el desarrollo de la indigencia en esa zona hizo que tales actividades económicas se desplazaran a mejores puntos de la ciudad y dejaran como resultado el desarrollo de actividades ilegales.

"TODOS HAN SIDO NETAMENTA POR SITUACIONES LIGADAS A LA DESIGUALDAD"

¿Por qué los alcaldes de Bogotá de aquel tiempo querían mover a estos grupos sociales que vivían en el Cartucho a zonas aledañas de Bogotá? ¿Era esta la solución?

La administración de la Capital, tras estos intentos fallidos de subsanar un poco el área deteriorada del centro de la ciudad, por ejemplo, con lo que pasó en los últimos barrios que acabaron completamente con el Barrio San Bernardo y el Bronx, lo que de verdad pasó es que decidieron echar bulldozer y sacar a la gente contra su voluntad. Estas decisiones administrativas no solucionan esta situación de raíz, sino que simplemente hacen que esta gente se traslade a otros barrios y otras localidades al sur de la ciudad, como Kennedy e incluso municipios como Soacha.

Como comentaba, los planes de renovación urbana lo que hacen es generar más desplazamiento interno, puesto que este grupo social que habitaba en el Bronx, en un inicio, eran desplazados de otras regiones y se acomodaban durante un tiempo en esta zona, sobreviviendo con una economía inestable, para luego volver a desplazarlos. Así, terminan siendo víctimas de una revictimización y así sucesivamente.

Como resultado, en vez de andar pensando en cómo acabar con todo, deberían pensar mejor en cómo darles primero una solución a este tipo de personas, viendo cuál es su problemática, por ejemplo, si son habitantes de calle que en sí ya es un problema mayoritariamente de drogas, personas que son inmigrantes que llegaron a Bogotá o personas que están en condición de pobreza, es ver de qué forma se pueden satisfacer sus necesidades sin que ellos tengan que salir precisamente de este lugar. Entonces, como ya dije, el desarrollo de la ciudad tiene mucho que ver con temas políticos.

¿Considera que Bogotá cuenta con los suficientes espacios y paisajes para lograr una integración social idónea?

Hablando del parque Tercer Milenio, fue un lugar construido en el centro de la ciudad, cerca de barrios como San Bernardo y Santa Inés. En su origen, no tuvieron un gran flujo de gente, solamente de los habitantes de estos barrios colindantes. Era muy extraño ver que una persona por ejemplo que vivía en Fontibón o Chapinero fuera a este parque, más que todo por la inseguridad y los prejuicios de que allí vivía gente pobre. Esto mismo sucede en lugares como el Parque del Tunal, con el Parque del Tintal, el Parque El Mirador de los Nevados o Plaza España.

Aquí es donde actúa el urbanismo, el analizar cómo se comporta la sociedad con estos lugares y el porqué les limita una movilidad libre a los demás habitantes de la ciudad. Es que el urbanismo puede llegar a ser violento cuando le ponen rejas; me parece de lo más absurdo. Es común cuando los parques que son de barrio los enrejan y, por lo tanto, los privatizan; los parques tienen que ser públicos para el uso de todo el mundo.

En contraparte, existen lugares como el Park Way o el Parque de los Hippies que no les han colocado rejas, pero siempre se ha visto como esa lucha entre la gente del alrededor, de la zona, viendo cómo sus lugares se llenan de gente que les genera ciertos conflictos, porque dicen: "es que usted no es de acá y por lo tanto no tiene porqué estar acá.”

El urbanismo puede estar dado, pero las decisiones en cuanto a la regulación del espacio se han tornado netamente violentas.

¿Existe una gentrificación marcada en Bogotá? ¿O qué está sucediendo para que las personas de menos recursos se desplacen más y más?

Se puede decir que sí. A diferencia de estas familias de clase media alta que cuentan con una vivienda estable, hay muchas otras familias que viven en propiedades pagando según sus necesidades económicas, y que empiezan a sentir esa presión de tener que salir. Ya que el metro cuadrado cada vez es más costoso, se vuelve insostenible para estas personas y se ven obligadas a migrar hacia la periferia de la ciudad.

Ejemplo de esto es el crecimiento evidente que ha tenido el municipio de Soacha, el cual lo tomaron como un municipio dormitorio, puesto que Bogotá se volvió tan caro para vivir y tan insostenible. Entonces, Soacha se volvió un lugar donde la gente compra su vivienda porque es mucho más barato, aunque sea mucho más lejos. Por ejemplo, gente que trabaja en la 222 pero la oferta de vivienda que ofrecen en Soacha es mucho más asequible.

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