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dos años en coma, una vida incompleta

Por: Santiago Garzón Alava.

Flor Amparo Silva duró dos años de su vida en coma. Su último recuerdo es un frenazo, y el grito de su hijo Andrés… En 2002, Flor se dirigía hacia Boyacá, de donde provenían ella y sus 8 hermanos. En el viejo pueblito de Firavitoba, vivía aún su hermano menor, quien nunca quiso abandonar su pueblo, pues según él “Ahí todavía se sentía a su mamá y a su papá”. Lo que ella no se imaginaba, es que ese día, a sus 53 años, “Diosito le tenía preparada una pausa”...

¿Qué hacía el día del accidente? ¿Cómo recuerda el inicio de ese día?

“Todo inició como siempre. Andrés, mi hijo, estaba terminando de alistar las maletas. Las guardó todas en el carro. Teníamos que llevar ropa, unos tendidos y una comida para ayudarles con el mercado a mi hermano y su mujer. Mientras tanto, Mónica, mi hija menor, seguía durmiendo, como solía hacerlo. Cuando ya todo estaba listo, nos subimos al carro de mi hijo, un Skoda Octavia; él manejaba, Mónica iba adelante, y yo estaba atrás, al lado de las maletas que no entraron en el baúl.”

 

¿A qué hora salieron?

“De madrugada, a las 5 de la mañana, más o menos.”

 

¿Y en qué momento ocurrió el accidente?

“Ni siquiera llevábamos hora y media de recorrido. Fue como una hora después de salir de Bogotá por la autopista norte. De hecho, ni siquiera habíamos desayunado, ya que la idea era detenernos en Chocontá para tomarnos un caldito de costilla. Llegando a Sesquilé, mi hijo tuvo un microsueño, y justo delante nuestro había una mula; Mónica iba profunda, no se sintió desde que nos montamos al carro, yo estaba sentada en una esquinita, porque las maletas me quitaban casi todo el espacio.”

 

¿Y entonces?

“No recuerdo más, simplemente se escuchó un frenazo, mientras Andrés gritaba “jueputa!”... De ahí en adelante, se supone que entré en coma.”

"no recuerdo más, se supone que entre en coma"

Es fácil escuchar muchas personas que caen en coma y simplemente “se duermen” hasta que, sin motivo aparente, se despiertan. Sin embargo, yo quiero saber cómo fue su experiencia. ¿Recuerda algo del coma? ¿Sentía cosas? ¿Cómo se siente estar en coma?

 “Nunca en mi vida me había sentido tan cansada, como el momento en el que me desperté del coma. ¿Que si recuerdo algo? en verdad no, simplemente empecé de repente a ver como “la luz” de las cosas que había alrededor.”

 

¿Cómo si pudiera ver las almas o las energías? Es muy normal que varios pacientes de un coma, hablen de ver distintas apariciones religiosas, desde un familiar, sus mascotas, la “Virgencita”, o incluso al mismísimo Dios. La ciencia en verdad no ha podido confirmar que estas apariciones sean ciertas, sin embargo, sí ha comprobado que algunas zonas del cerebro se activan tras distintos estímulos.

 “No no, era más bien como si las cosas se vieran borrosas… Sin embargo, sí había pequeños momentos en los que sentía tristeza, a veces aburrimiento, y por algún motivo, mucha nostalgia; sin embargo, nunca me sentí sola, y jamás me imaginé que había durado dos años sin nisiquiera saber que pasaba a mi alrededor. Al día de hoy, me aterra muchísimo pensar en todo lo que pudo pasarme… Por otro lado, me pone muy triste no haberme podido despedir de Mónica.”

 

¿Ella murió en el accidente?

 “Si, a mi Diosito me puso una pausa, pero a ella si se la llevó para siempre.”

 

¿Cómo se enteró de eso?

 “El mismo día en el que me desperté, solo ví a Andrés y a mí hermana María ahí en el hospital. Según Andrés, lo primero que hice fue preguntar por Mónica… Después de eso, fue mi hermana quien me dió la noticia.”

"jamás imaginé que había durado dos años sin saber que pasaba a mi alrededor"

¿Qué le dijeron?

“Que no sabían cómo decirme, que ellos no querían que yo me enterara todavía, pero al ver que noté su ausencia, lo mejor era decirme… Ella murió en el accidente, recibió el golpe directamente, y quedó aplastada bajo el peso de todo el peso de atrás de la mula.”

 

¿Y Andrés cómo se lo tomó?

“Él siempre estuvo triste. Me contó que por eso mismo nunca quiso dejarme morir. Andrés no podía matar a su hermana y matarme a mí. Yo no pude tomar la decisión.”

 

¿Y si la hubiera podido tomar?

“La verdad, tampoco lo hubiera hecho. Esas cosas están en manos de Dios y la Virgen. Lo mío en verdad es un milagro; estoy segura de que mi hija me ayudó desde el cielo.”

 

¿Siente que perdió algo cuando volvió? No solo a nivel de salud, ni a nivel de pérdidas físicas y espirituales. Me refiero a perder parte de usted misma.

“Perdí muchísimo, claro. Mi hija, mi trabajo, mi situación económica se desestabilizó. Al volver, todo el mundo me hablaba de lo mismo. Decían que como estaba, que si había vuelto bien, que sienten mucho lo que pasó. En verdad, me desperté del coma un día, pero salí de él a los dos meses. Ya que todo el mundo me hablaba de lo mismo, continuamente siempre mi vida, empezó a girar en torno al coma.”

 

¿Y ahora, a qué le dices “hola”?

“Pues, desde que desperté, me he sentido extraña, ya van a ser 10 años desde que abrí los ojos y volví a la vida. Pero a ella no la pude despedir. Le digo “hola” a lo que ya me estoy acostumbrando. Ya pude estabilizarme, ya todo está en paz. Incluso fui a ver a mi hermano, y todo seguía como siempre. Ellos siempre me esperaron, siempre estuvieron conmigo. Y yo siempre voy a estar para ellos.”

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